lunes, 23 de junio de 2008

Berlín expone 'Paparazzi', el arte de fotografiar a las estrellas

Marlon Brando y el fotógrafo Ron Galella

BERLÍN (AFP) — Hacía falta atreverse a hacerlo cuando los 'paparazzi' no tienen ahora buena prensa: la Fundación Helmut Newton en Berlín rinde homenaje a estos fotógrafos del instante, los de la vieja escuela, artistas además de fisgones.

"Helmut estaba fascinado por los 'paparazzi', porque no tenían ningún control sobre la situación, lo que él mismo era incapaz de hacer", cuenta June Newton, la viuda del fotógrafo, fallecido en 2004, tras haber creado una fundación en Berlín -ciudad donde nació- a la que legó su obra.

Cuando era un joven fotógrafo, obtuvo su primer trabajo en un periódico de Singapur y su primera salida fue un fracaso. "Me dijo: en el tiempo empleado en mirar por el aparato y regularlo, el acontecimiento ya ha terminado", recordaba June en la inauguración el jueves pasado de una exposición titulada 'Pigozzi y los paparazzi'.

Contrariamente a Helmut, que modelaba según su imaginación situaciones y temas, su amigo Jean Pigozzi, de 56 años, cuyo trabajo está en el centro de la exposición, es un apasionado de las sorpresas, un encarnizado fotógrafo de estrellas para lograr sacar su lado más natural en un pasillo.

"Me gusta tomar fotos, pero no estoy muy interesado en el resultado", comenta a los periodistas. El desafío es "ver realmente el instante, y muy a menudo fallas".

Una particularidad de Pigozzi es que muchas veces aparece en las fotos junto a las estrellas: Clint Eastwood, Lenny Kravitz, Andy Warhol, Mel Brooks, Carla Bruni y otras tantas apariciones brillantes.

"Tengo los brazos largos (para fotografiarse a sí mismo) y no he sido nunca demandado", cuenta divertido este italiano, empresario y coleccionista de arte africano, que fotografía por puro placer. Sobre todo, es un medio de esquivar el lado agresivo e intrusivo del reportero 'people'.

Porque para él, igual que para June, hay un mundo entre el 'paparazzi' de entonces y el de hoy: "la evolución del equipamiento con la llegada de la foto digital ha cambiado la manera de actuar, se han convertido en cazadores sin piedad al servicio de un público que quiere fotos más y más embarazosas".

Nada de eso ocurría con Tazio Secchiaroli (1925-1998), amigo personal de Federico Fellini que inmortalizó la Italia 'glamourosa' de los estudios Cinecittà, o con su equivalente en la Costa Azul, el irlandés Edward Quinn (1920-1997) o el francés Daniel Angeli (nacido en 1943), un abonado al Festival de Cannes que acudía a las veladas para simpatizar con 'mitos' como Onassis, Brel o Piaf.

La Fundación Newton rinde homenaje también a Ron Galella, que como los otros supo mantener relaciones amistosas con personalidades de la vida mundana neoyorquina de los años 60-70, en particular Andy Warhol.

La exposición concede un lugar de honor a los 'antepasados' de estos cazadores de imágenes: el estadounidense Weegee (1899-1968), testigo inigualable de la vida nocturna neoyorquina de los años 30 y 40, pero no la de las estrellas, sino la del vicio y los accidentes, y Eric Salomon, (nacido en Berlín en 1886 y muerto en 1944 en Auschwitz), especialista de instantes robados en las cortes judiciales, en el Parlamento o en encuentros políticos.

La nueva generación no está representada. Puede que sea porque, según los términos de Pigozzi "cazan con cañones, cuando en aquella época los 'paparazzi' cazaban con flechas".

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