domingo, 16 de agosto de 2009

Marcos Zimmermann / Desnudos Sudamericanos




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"En realidad, todos los hombres aquí fotografiados son un solo hombre. Un hombre que se repite por millares en Sudamérica. Estas fotografías son un testimonio y un retrato de los diferentes rostros de ese hombre sudamericano, de su entorno y de sus formas de vida. ". Desnudos Sudamericanos proyecto del fotógrafo argentino Marcos Zimmermann.
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Visto en la Revista F22.

2 comentarios:

Una fotografía dijo...

Sábado 12 de diciembre de 2009

En medio de un viaje que realicé en 1995 para tomar algunas de las fotografías de mi libro Norte argentino , tuve noticias de que el pai Antonio Martínez, jefe espiritual de los mbyá-guaraníes de América del Sur, me recibiría en su casa. En aquel momento, cruzábamos con Jorge, mi asistente, el interminable tramo de casi ochocientos kilómetros de la ruta 16 que une Salta con Resistencia, y que se extendía al costado de una vía muerta, sólo frecuentada por el sol y por los caranchos.

La fotografía es para mí un fantástico trabajo para acercarse y alejarse constantemente de la verdad. Es un enorme trabajo interior, pero también muchas veces físico, para penetrar, o por lo menos rozar, esa verdad.

Sé que no hay fotografía perfecta ni absolutamente fiel. Pero estoy seguro de que mucho después de que pase nuestro tiempo y con él la histeria conceptual que agita hoy a la fotografía de arte argentina -y excita tanto al mercado que la sigue- una Argentina verdadera, que ya ha sido antes expuesta por grandes autores de nuestra tradición fotográfica volverá a ser rescatada por los nuevos fotógrafos. Entonces, nuestra fotografía podrá hacer su aporte a la República, contribuyendo a la construcción de una imagen de nosotros mismos que nos muestre cómo somos y que nos ayude a comprendernos mejor como nación, una materia en la que siempre estamos en deuda.

Y quizás entonces, también un pueblo entero resucitará del olvido de la mano de un pequeño chamán que lloró su verdad en una fotografía tomada en Fracran, a la espera de un mejor tiempo. Así, el pai Antonio Martínez atravesará las épocas, se reirá de las modas del arte y, por supuesto, también de este fotógrafo, cuyo único mérito fue el haber detenido el temblor que le producía su presencia durante una fracción de segundo, en el momento en que fotografiaba a aquel soberano diminuto y en desuso, que con su enorme sabiduría supo utilizarme para quedar impreso en una foto y así volar hacia el futuro y llevar una imagen de su pueblo y su verdad hasta otro tiempo.

Parafraseando lo que él mismo me dijo: esa Argentina real todavía está allí, esperando ser fotografiada. Basta sólo con hacerlo.

Barbarita dijo...

Chico, esto está de pinga!