sábado, 19 de septiembre de 2009

Sobre los Nocturnos de los Hnos Vargas

A comienzos del siglo XX, gracias al desarrollo de la tecnología fotográfica y al uso cada vez más generalizado de a electricidad, se abrió la posibilidad de tomar fotografías nocturnas. Los fotógrafos, entusiasmados por esta vedad, e intuyendo que las nuevas formas de iluminación pública harían desaparecer pronto y para siempre el mundo nocturno que habían conocido, se apresuraron a registrar los rincones más pintorescos de sus ciudades. Siguiendo la huella de los pintores impresionistas, empezaron a concentrarse en la luz y tomaron fotografías al amanecer, durante el crepúsculo y por la noche. Con frecuencia las imágenes resultantes llevaron los títulos de “efectos de luz" o "contraluces".




Texto completo de Adelma Benavente y Peter Yenne Acá.

1 comentario:

Taller de los Hermanos Vargas dijo...

LA ESTÉTICA DE LOS NOCTURNOS DE LOS VARGAS HERMANOS DE AREQUIPA
Escriben Jorge Villacorta Chávez y Andrés Garay Albújar

Al analizar las publicaciones más recientes en torno a la historia de la fotografía en el Perú, constatamos que existe una dificultad creciente en comprender los logros fotográficos genuinos de los fotógrafos del sur andino peruano. En general, se obvia el hecho fotográfico registrado en la imagen para hacer encajar las imágenes en un patrón estético que se basa en una muy superficial similaridad con las prácticas fotográficas artísticas que tuvieron auge en Europa y en los Estados Unidos entre 1890 y 1914, conocidas bajo el nombre de pictorialismo [i]. Ya Joan Fontcuberta ha señalado en un ensayo sobre Ortiz Echagüe que tal vez nuestra dificultad mayor provenga del no estar habituados a formas de conjugar fotográficamente documentalismo y esteticismo, prevalentes en esa época [ii]. Pero además, en lo que se refiere a la fotografía del sur andino es indispensable reconocer que la idea y práctica de lo que se ha dado en llamar hasta ahora pictorialismo no involucró recurrir en lo más mínimo al desenfoque ni mucho menos a las elaboradísimas copias a la goma bicromatada a la manera de Ortiz Echagüe. Los fotógrafos en la región recurrieron a los virajes y retoques (sobre todo en los retratos artísticos, en cuyos negativos se halla muchas veces huella evidente de ello).