lunes, 4 de abril de 2011

Susan Sontag / Sobre la Fotografía

Hace más de treinta años desde que se publicó por primera vez Sobre la fotografía, de Susan Sontag. A pesar del tiempo, sigue teniendo vigencia, sigue siendo una obra refrescante y, en muchos casos, reveladora. La importancia de este libro estriba en la estrecha relación que Sontag establece entre fotografía y sociedad. Entre una determinada forma de creación de imágenes característica de la modernidad y post-modernidad y la sociedad entendida como organización de poder y como contexto ideológico para la creación estética.


Puede criticarse una falta de consistencia estructural del libro. Pero esto, al mismo tiempo, se convierte en uno de sus grandes valores. Se debe leer Sobre la fotografía como un conjunto de aforismos. Es una amalgama de estímulos que dispara la reflexión sobre los más variados temas relacionados con este arte-técnica: la importancia del tiempo como valor en la representación, la relación entre la fotografía y la manera de ver la realidad, el romanticismo de la imagen fotográfica, la concepción de lo bello, etc.


La organización en parágrafos del libro permite esta lectura pautada y pausada que nos facilita dejarnos llevar de la mano de Sontag hacia lugares en muchos casos no explorados. Pero ella nos deja en la puerta. Antes de seguir con un profundo análisis de los temas tratados, cambia de asunto. A nosotros no nos queda más que dar unos pasitos adelante para contagiarnos del entusiasmo que la escritora muestra. Entonces comenzaremos a tener una perspectiva más global sobre lo que la fotografía supone dentro de nuestra cultura y sociedad.


Por ejemplo, es magnífica la fórmula de " pathos generalizado de la añoranza " que Susan Sontag utiliza para referirse al vínculo que la fotografía mantiene con la nostalgia y el paso del tiempo. Para ella, supone una forma de lucha contra su irremediable paso y, por lo tanto, un mecanismo de control de la angustia que esto conlleva. Todo ello se convierte en un terreno de arenas movedizas. Sontag sugiere la interrelación que se establece con el poder y la estética de la visión y llega a afirmar: " Las sociedades industriales transforman a sus ciudadanos en vaciaderas de imágenes; es la forma más irresistible de contaminación visual ". Ahí es nada.


Así pues, la fotografía se convierte en una ética visual en la medida en que indica lo que merece la pena ser visto ( " ¡ Qué pena no tener una cámara para fotografiar esto ! ", nos decimos a veces ). Pero, además, podemos hallar otra faceta de la ética en este libro yendo un poco más allá: la referente a la responsabilidad del fotógrafo como consolidador de ideologías. Magnífica es también otra de las ideas tratadas a lo largo de toda la obra: la realidad en sí misma de las fotografías. " La fotografía es la realidad, y el objeto real a menudo se considera inferior ". Este medio de imaginería constriñe, amolda, en definitiva, educa la forma de percibir y qué percibir.


De ahí la estrecha relación entre fotografía y cultura y la necesidad de dilucidar los elementos constitutivos del lenguaje fotográfico. Éstos son, desde luego, estéticos ( como el primer plano o la abstracción por la vía de la atomización ), técnicos y objetuales, pero también socio-históricos en la medida en que desde su nacimiento ha sido parte de los modos de representación de la burguesía y, por extensión, de las clases medias. El sexo y la pobreza ( como también la riqueza ), núcleos temáticos que aparecen de alguna u otra forma en un altísimo porcentaje de las fotografías que vemos diariamente, se trasforman en códigos semánticos de los métodos perceptivos actuales. Pero no forman parte de una realidad extensa, sino una estrecha realidad no compartida por esa clase social creadora de ideología.


La fotografía sirve para alejar la realidad temporalmente. Según Sontag transforma el presente en pasado. Se alcanza así una cierta equidad basada en el distanciamiento. Ante esta falta de crítica sobre lo que es aquí y ahora, Sontag la acusa además de una imposibilidad de representar otros mundos posibles. Para la autora, no se puede crear conocimiento mediante la fotografía por dos razones: dota de un valor nostálgico a la realidad y sólo puede representar, pero de forma sincrónica.


Comentario: Rafael Moyano / El Angel Caído.org

Susan Sontag en Paris - Photo: Annie Leibovitz 2003

1 comentario:

PaKAY dijo...

Me encanta leer a Susan Sontag en la ducha despues de ver fotos de su amada Annie Leibovitz

http://kayfenech1.blogspot.com/2011/02/annie-leibovitz-photographers-life.html