Tino Soriano: "Pese a que pueda parecer fruto del azar, en realidad se trata de una instantánea muy oportunista. La realicé en el desaparecido Museo Imaginario de Barcelona para un encargo que me había hecho la revista Paris Match para ilustrar un reportaje sobre falsificaciones.
Como el local estaba iluminado con pequeñas bombillas halógenas y quería captar el fondo del pasillo, expuse como si quisiera tomar una fotografía arquitectónica del lugar. Llevaba la cámara cargada con película diapositiva de 400 ISO. Había tan poca luz, que aun así tuve que disparar el obturador a una velocidad de 1/15 y usar un diafragma de f2.8.
El problema estaba en que, a esta velocidad, el cuadro y las piernas del empleado del museo habrían salido demasiado borrosos. Para congelar en parte el movimiento, utilicé un destello de flash rebotado contra el techo, y así evité que el reflejo en el lienzo tapase a la Mona Lisa.
Esta fotografía, que Paris Match nunca publicó, demuestra que, a veces, detrás de una situación espontánea existe un gran trabajo de planificación. Las obras de arte no surgen por azar.
Como el local estaba iluminado con pequeñas bombillas halógenas y quería captar el fondo del pasillo, expuse como si quisiera tomar una fotografía arquitectónica del lugar. Llevaba la cámara cargada con película diapositiva de 400 ISO. Había tan poca luz, que aun así tuve que disparar el obturador a una velocidad de 1/15 y usar un diafragma de f2.8.
El problema estaba en que, a esta velocidad, el cuadro y las piernas del empleado del museo habrían salido demasiado borrosos. Para congelar en parte el movimiento, utilicé un destello de flash rebotado contra el techo, y así evité que el reflejo en el lienzo tapase a la Mona Lisa.
Esta fotografía, que Paris Match nunca publicó, demuestra que, a veces, detrás de una situación espontánea existe un gran trabajo de planificación. Las obras de arte no surgen por azar.
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