Se repitió. El Centro de la Imagen ha hecho evidente su tendencia, su moda, su criterio entorno a lo que debe ser lo mejor de la fotografía en el Perú. El mensaje: aprende con nosotros y serás reconocido, por nosotros, como un gran fotógrafo, premiado y sacramentado. Eso sí, antes de capturar una escena debes saber cómo emplear el Photoshop, a un nivel de diseñador gráfico publicitario, es decir, con mucha destreza.
El año pasado, en el “Concurso Nacional de Fotografía Eugene Courret”, los jurados del Centro de la Imagen premiaron con el segundo y tercer puesto a dos profesoras del Centro de la imagen. Algo éticamente reprobable, más allá del desastre que significaron estos dos trabajos. En el concurso del presente año, han premiado el trabajo de uno de sus ex alumnos, que trata el tema de la depredación de la naturaleza por el hombre, atribuido con justa razón a la minería ilegal. Tema importante, fuerte, conmovedor, coyuntural, sobre el cual las ONG han puesto el tiro para captar dinero. ¿Dinero?, sí, de eso hablaré más adelante.
Sin embargo este trabajo, erigido con el primer puesto, es una oda al photoshop, un canto a la manipulación fotográfica, una poesía a la falta de rigurosidad de hacer fotografía documental, punto clave en las bases de este galardón. Moda nada ajena al Centro de la Imagen de premiar la mejor fotografía. Tendencia que impone este instituto para decirle a sus alumnos que no se preocupen en capturar una imagen real con una cámara de fotos, porque luego pueden encontrar la inspiración en una pantalla de computadora. Tanto así, que no sería extraño que a un amante del arte le provoque comprar esta colección de 10 fotografías para colgarlas en su pared, como acuarelas para decorar su hogar. El problema del desastre ecológico quedó en quinto plano dentro del encuadre. Digo, reencuadre. Ver para creer:
Voy a responder por mi trabajo. El señor Miguel Mejía Castro, esta muy equivocado, al uso en exceso del photoshop en mi proyecto. Muchas personas me conocen por mi estricto uso de tal herramienta. Miguel, te invito a ver mis imágenes, puedes venir con una cámara de vídeo y puedes grabar, si, así lo deseas y también podemos conversar sobre mi trabajo, el documental, fotoperiodismo... Si tanto te quejas del photoshop, que el segundo puesto mande sus imágenes en RAW.
Y no es cierto que en el centro de la imagen, te enseñen a emplear tal programa como a un diseñador gráfico. Que haya alumnos que se tomen la libertad de usar tal herramienta como un carnaval, ya no es culpa del CI.
2 comentarios:
Se repitió. El Centro de la Imagen ha hecho evidente su tendencia, su moda, su criterio entorno a lo que debe ser lo mejor de la fotografía en el Perú. El mensaje: aprende con nosotros y serás reconocido, por nosotros, como un gran fotógrafo, premiado y sacramentado. Eso sí, antes de capturar una escena debes saber cómo emplear el Photoshop, a un nivel de diseñador gráfico publicitario, es decir, con mucha destreza.
El año pasado, en el “Concurso Nacional de Fotografía Eugene Courret”, los jurados del Centro de la Imagen premiaron con el segundo y tercer puesto a dos profesoras del Centro de la imagen. Algo éticamente reprobable, más allá del desastre que significaron estos dos trabajos. En el concurso del presente año, han premiado el trabajo de uno de sus ex alumnos, que trata el tema de la depredación de la naturaleza por el hombre, atribuido con justa razón a la minería ilegal. Tema importante, fuerte, conmovedor, coyuntural, sobre el cual las ONG han puesto el tiro para captar dinero. ¿Dinero?, sí, de eso hablaré más adelante.
Sin embargo este trabajo, erigido con el primer puesto, es una oda al photoshop, un canto a la manipulación fotográfica, una poesía a la falta de rigurosidad de hacer fotografía documental, punto clave en las bases de este galardón. Moda nada ajena al Centro de la Imagen de premiar la mejor fotografía. Tendencia que impone este instituto para decirle a sus alumnos que no se preocupen en capturar una imagen real con una cámara de fotos, porque luego pueden encontrar la inspiración en una pantalla de computadora. Tanto así, que no sería extraño que a un amante del arte le provoque comprar esta colección de 10 fotografías para colgarlas en su pared, como acuarelas para decorar su hogar. El problema del desastre ecológico quedó en quinto plano dentro del encuadre. Digo, reencuadre. Ver para creer:
Voy a responder por mi trabajo. El señor Miguel Mejía Castro, esta muy equivocado, al uso en exceso del photoshop en mi proyecto. Muchas personas me conocen por mi estricto uso de tal herramienta. Miguel, te invito a ver mis imágenes, puedes venir con una cámara de vídeo y puedes grabar, si, así lo deseas y también podemos conversar sobre mi trabajo, el documental, fotoperiodismo... Si tanto te quejas del photoshop, que el segundo puesto mande sus imágenes en RAW.
Y no es cierto que en el centro de la imagen, te enseñen a emplear tal programa como a un diseñador gráfico. Que haya alumnos que se tomen la libertad de usar tal herramienta como un carnaval, ya no es culpa del CI.
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