El 65% de la información que circula por la red corresponde a imágenes, así que desde Google se han propuesto optimizar el espacio y el ancho de banda dedicado a los recursos gráficos. Para ello, el gigante de Mountain View acaba de sacarse de la manga un nuevo formato de imagen que promete reducir el tamaño de los archivos hasta un 40% sin que ello conlleve una pérdida de calidad apreciable respecto al estándar JPEG.
Las nuevas imágenes, que la compañía ha bautizado como WebP, están basadas en el proyecto WebM, que pretende establecer un nuevo estándar de código abierto para los vídeos que circulan por Internet.
Tal y como se detalla en la página oficial del proyecto -que incluye también una galería de imágenes para comparar las diferencias en los archivos JPEG y WebP-, el códec empleado es el mismo que el usado para los citados vídeos (VP8), mientras que el contenedor utilizado es el veterano RIFF, lanzado en 1991 por Microsoft e IBM.
La propia compañía reconoce las dificultades que conlleva modificar un formato tan estandarizado y extendido como el JPEG y no contempla la posibilidad de reemplazarlo en los sistemas de captura. Sus planes, de hecho, parecen quedar restringidos a las imágenes una vez que llegan a la red.
En este sentido, el navegador Chrome de Google será el primero en aceptar de forma nativa este nuevo formato. Del mismo modo, ya es posible descargar ya las líneas de código que conforman la herramienta de conversión de JPEG a WebP.
La ambiciosa propuesta de Google no es la primera que pretende mejorar el formato JPEG. Sin ir más lejos, hace tres años Microsoft puso sobre la mesa su proyecto HD Photo, que se materializó en el nuevo formato JPEG XR. Pese a su promesa de optimizar la calidad de imagen y la compresión de los archivos (y pese al respaldo obtenido por parte de algunos fabricantes), hasta ahora este formato no ha conseguido popularizarse.
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