Exposición de Antonio Ramos

Invitado por el Museo Pedro de Osma, el fotógrafo Antonio Ramos inaugura el próximo 5 de noviembre, su sexta exposición individual en la galería de arte temporal ubicada en la Av. Pedro de Osma 421, Barranco, que estará abierta al público hasta el 3 de diciembre, de martes a domingo en horario corrido de 10h00 a 18h00.

Fotógrafo de estudio y fiel a su cámara de formato grande, en esta oportunidad Ramos deja de lado el trabajo de sus bodegones en color -sus ya conocidos loches, peras y flores en fondos de colores sugerentes, así como sus pescados y otras naturalezas muertas en fondos oxidados que de alguna manera nos remitían a la pintura clásica que había venido trabajado durante gran parte de su carrera artística- para introducirnos al blanco y negro, soporte con el que también se ha expresado, aunque esporádicamente.

Esta exposición es de alguna manera una continuación del trabajo realizado en su penúltima muestra en la Galería El Ojo Ajeno, 2000, en la que sirviéndose del material de color sobre escenarios blancos, empaquetaba sus objetos con papel, plástico u otros del mismo color, con el propósito de sugerir a través de una velada transparencia, aquello que éstos permitían entrever; es decir, lo que contenían o escondían a través de ese bosquejo de forma.

Ahora Ramos reduce su producción escénica. Siempre trabajando en estudio y con cámara de placas, esta vez se sirve de la película blanco y negro para presentar dieciocho fotografías que translucen juegos compositivos que imprimen y marcan ritmos y tiempos, valiéndose de un sólo elemento, un sólido de metal.

Con acertado manejo de la iluminación y un cuidadoso trabajo en el estudio, consigue sugerir un “still life” minimalista. De igual manera, y gracias al formato de gran tamaño, logra imprimir formas que generan, en algunos casos, volúmenes en equilibrio; y en otros, trazos de brocha. De este modo, paradójicamente, se generan formas a través de la ausencia de las mismas.

Ramos deja el objeto real y construye otros, creando imágenes que se convierten en sí mismas, en sus propios “objetos”.