En un bonito patio del Centro Nacional de las Artes pueden apreciarse estos días los trabajos ganadores del Concurso Nacional de Fotógrafos México Sin Hambre, convocado por la Secretaría de Desarrollo Social. Se agrega un buen número de imágenes seleccionadas por el jurado. Decenas más pueden contemplarse en Internet. No son las fotografías en sí, algunas de buena factura aunque escasamente originales, lo que vuelve repelente la muestra, sino el conjunto. Esto es, el mensaje que se les impone dar, el concepto propagandístico que pervierte la respetable atención de cada autor hacia sus sujetos (retratados con ¿curiosidad, simpatía, benevolencia, lástima, pena, asco?) No se puede culpar a los concursantes, ni a un jurado de reconocidos profesionales de la fotografía documental mexicana, por el patético resultado.
Artículo completo: http://www.jornada.unam.mx/2013/07/22/opinion/a10a1cul
No hay comentarios:
Publicar un comentario