
Más de 400.000 personas se vieron obligadas a evacuar la zona, perdiendo sus casas, posesiones y el empleo, así como sus vínculos económicos, sociales y familiares. 500 aldeas y asentamientos fueron evacuados, de estos más de cien han sido enterrados para siempre. El costo social de esta catástrofe es incalculable, y durante un período de treinta años, se ha estimado en miles de millones de dólares. En la actualidad nueve millones de personas en Bielorrusia, Ucrania y Rusia occidental seguir viviendo en áreas con niveles muy altos de radiactividad, el consumo de alimentos y agua contaminados. El ochenta por ciento de la población de Belarús, Rusia Occidental y el Norte de Ucrania sufre de diversas patologías. Después del desastre de Chernobyl, en las zonas contaminadas se ha producido un incremento de 100 veces de la incidencia de tumores de la tiroides y 50 veces en otros tumores relacionados con la radiación, como la leucemia, el hueso y los tumores cerebrales. La incidencia de malformaciones debido a mutaciones genéticas, de las patologías de los sentidos, cardio - sistemas vasculares, óseas y musculares y los tejidos conectivos, así como las enfermedades del sistema nervioso y los trastornos psíquicos se han incrementado en 30 veces. La incidencia de nacimientos prematuros ha aumentado en 20 veces. Y no habrá efectos más en el futuro de las mujeres que en el momento del desastre se encontraban bajo la edad de seis años y ahora están empezando a tener hijos. Sólo ahora comenzamos a entender los efectos de la mutación genética en las generaciones futuras. En este período de veinte años, según un cálculo aproximado realizado por diversas asociaciones independientes, Chernóbil ha causado más de un millón de muertes.

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