Thomas Struth es considerado, a los cincuenta años, como uno de los más grandes creadores de artes visual actualmente en el mundo. Al venir al país en 2003, por invitación del Goethe- Institut Lima, se había concentrado en fotografiar el desierto iqueño, antes de quedar fascinado por los particulares patrones de edificación que marcan arquitectura y urbanismo en la ciudad de Lima, que también captaría fotográficamente. Su suite peruana de imágenes a color en grande y pequeño formato fue sin duda uno de los mayores atractivos de esta versión de la famosa bienal internacional de arte, a la cual acudieron más de novecientos mil personas, entre brasileños y extranjeros, lo que la ha convertido en la exposición de arte contemporáneo con mayor número de visitantes de los últimos cincuenta años.
El medio de creación elegido por el artista es la fotografía, un medio asociado históricamente al surgimiento y consolidación de la modernidad en el contexto cultural de occidente. La fotografía fue, en buena medida, el invento que revolucionó el mundo de las imágenes en el siglo XIX, al dejar a la mano humana verdaderamente desenganchada del proceso de obtenerlas. También, fue, por cierto, agente de un cambio en la atención prestada a los contextos de la cotidianeidad, los cuales, puede decirse sin exageración, fueron vistos por vez primera. La objetividad que la imagen fotográfica aseguraba la convirtió en piedra angular de una nueva confianza depositada en los instrumentos de una era del progreso, y generó, además, una diversidad de estructuras nuevas de conocimiento en el acercamiento a la realidad. Con estas nuevas posturas estéticas y, a través de ellas, posiciones y planteamientos filosóficos que marcarían el pensamiento occidental.
Pasaje de 27 Setiembre, Lima, Peru 2003 © Thomas Struth / Galerie Max Hetzler
Lugares Inconscientes
Thomas Struth, entonces, es perfectamente consciente de que la creación de belleza mediante el uso de la fotografía tiene, en el presente, un carácter complejo.
Su formación en la Academia de Dusseldorf fue en pintura así como en fotografía, y el enfrentamiento y diálogo entre ambas a lo largo de la historia subyacen en muchos aspectos la claridad y contundencia de su obra. La subjetividad de su respuesta al mundo, evidenciada por su elección de “Lugares inconscientes” – nombre dado por él a una serie de creación abierta iniciada a fines de los años 80- contextos adormecidos en espera de ser revelados, se carga entonces de una reflexión acerca del proyecto de la modernidad. Y su método de trabajo se apoya en un reconocimiento del potencial de una situación, que conlleva indagación y análisis visuales inmediatos para poner de relieve lo sorpresivo e inesperados de la experiencia de reconocer sin antes haber conocido específicamente.
En el caso de las imágenes logradas en el Perú, lo revelado tiene que ver con el hecho de que en muchas circunstancias la tradición y, por ende, la historia se actualiza en las formas o patrones de vida y comportamiento de hoy. Y podría decirse que hasta se hacen palpables con características visibles en espacios que aparecen o empiezan a aparecer por su efecto. Es decir que se especializan. Lo paradójico es que al especializarse agregan una carga de contingencia, imprecisión y casualidad, que luego Struth resuelve en una estructura visual propia de él, con un reordenamiento que, sin embargo, es abarcador y comprensivo y les hace un lugar, les otorga un espacio propio. Porque los reconoce.
Paradise 26 (Bougainville), Palpa, Perú 2003 © Thomas Struth / Galerie Max Hetzler
Esto mismo, precisamente, puede decirse del surgimiento de la belleza, ahí donde inicialmente no se le reconoce un espacio propio.” Paraíso”, la imagen en la que Struth se permite acercarse al conglomerado de profusas flores, hojas y tallos en la enredadera que conocemos como buganvilia, configura un espacio de diferencias en el que van apareciendo incesantemente tonos de color, del rojo al rosa, en gama arremolinada, La imagen es como un manantial, del cual el observador se alimenta óptica y estéticamente en el tiempo. Por el encuadre–clave para la creación del espacio- se define un dentro-de-la imagen, y en él, el patrón de tonos va haciéndose notar en una sujeción de estallidos en el tiempo, que prolonga indefinidamente la lectura de la imagen.
Struth en Lima
La imagen del interior del templo barroco San Francisco el Grande, del siglo XVII, que se halla en el Centro de Lima, no ha sido construida por Struth como una aproximación a la profundidad espacial que surge con cierto tipo de arquitectura religiosa – si bien ésta queda señalada-, sino que descubre a los que ocupan las bancas, dispersos en otro espacio que es el propio de asistente a los servicios religiosos.
Iglesia de San Francisco, Lima, Perú 2003 © Thomas Struth / Galerie Max Hetzler
Tal vez una de las más logradas de las imágenes de la serie sea la del Cerro del Morro Solar, que se halla a un extremo de la Bahía de Lima, Struth ve el Morro, por la espalda, desértica y áspera. En esta visión lo que domina es la existencia de una sentamiento humano pero no es la perspectiva que revela la profundidad espacial la que gana en presencia sino la aparición de líneas ordenadoras de las casas en hileras horizontales que se van marcando gradualmente e imprimen un carácter inédito a esta forma de ocupación precaria y emergente del terreno. Las líneas sugieren la sucesión de andenes o terraplenes para el cultivo en las faldas de las montañas en los Andes y de pronto la horizontalidad cobra un significado definitorio para esa imagen del Perú actual, como podría serlos para el país antiguo.
Cerro Morro Solar, Lima, Perú 2003 © Thomas Struth / Galerie Max Hetzler
En estos “Lugares inconscientes” y otros de las imágenes mas recientes de Struth, lo que constituye el hallazgo para el artista- aquello que lo mueve a construir un espacio en el que la visión de lo real es la finalidad-, se convierte para el observador en el contenido nuevo e inesperado que está en la integridad de una imagen. Lo que Struth encuadra y propone a otros para ver, es comunicado con una generosa amplitud de entendimiento para con el entorno, que se traduce en rigor y exigencia para consigo mismo en su práctica fotográfica, Así, la serenidad y estabilidad que su sentido compositivo extrae de sus peripecias en el mundo hacen de cada lugar un espacio diferenciado y vivo. Texto de Jorge Villacorta ( Marzo 2005 )
3 comentarios:
En el caso de las imágenes logradas en el Perú, lo revelado tiene que ver con el hecho de que en muchas circunstancias la tradición y, por ende, la historia se actualiza en las formas o patrones de vida y comportamiento de hoy
PIENSO LO MISMO, ese señor es un revienta cuetes!!
Struth necesita de por lo menos 2 años para madurar (y terminar de entender) la distribución estética de Lima.. el presente es un trabajo bueno, pero no la gran obra de un maestro!
de la obra de struth es interesante en tanto refleja espacios urbanos particulares, desde su vision de artista y extranjero en esta ciudad.
ahora eso q sea un maestro y tanta vaina mas, ya viene del floro del texto revientacuetes de villacorta, q algunos despistados y otros no tantos se lo creen a penas lo leen.
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