La victoria del ejército independentista por sobre la milicia española el 9 de diciembre de 1824 en Ayacucho fue, ciertamente, un final feliz para el Perú y para América Latina. Aunque de paporreta, Luis Guerrero, uno de los guías de la Pampa de la Quinua no lo puede resumir mejor: la batalla representó la ruptura definitiva del vínculo colonial que se tenía con aquella corona europea. No es para menos, entonces, que la remembranza de la hazaña signifique la celebración de todo un pueblo. Texto y más fotos en el blog Mírate del Comercio.
martes, 15 de diciembre de 2009
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1 comentario:
Ayacucho Violento
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