Una mujer, un sin-papeles, un asalariado, un indígena, un transexual, una puta, un endeudado o un insolvente. ¿Hablamos de personas? Por supuesto que no. Hablamos de categorías: conjuntos de rasgos supuestamente consustanciales a lo designado, que lo determinan como tal. ¿Para qué sirve categorizar? Sencillo, dividiendo, compartimentando, todo se hace más fácil de manipular. Pero también para algo mucho más perverso, crear valores y a partir de ellos, jerarquías. Perras Libres.org
viernes, 23 de octubre de 2009
Perras Libres / Recuerdo de España
Una mujer, un sin-papeles, un asalariado, un indígena, un transexual, una puta, un endeudado o un insolvente. ¿Hablamos de personas? Por supuesto que no. Hablamos de categorías: conjuntos de rasgos supuestamente consustanciales a lo designado, que lo determinan como tal. ¿Para qué sirve categorizar? Sencillo, dividiendo, compartimentando, todo se hace más fácil de manipular. Pero también para algo mucho más perverso, crear valores y a partir de ellos, jerarquías. Perras Libres.org
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